Sabado motero

Este sábado lo pasé montado en la moto.

Por la mañana, después del largo paseo a Tux (me levantó a eso de las 8:30), vino a recogerme mi hermano para hacer algo de rodaje a la "Shadow".

Era la primera vez que entraba en carretera con la moto y la primera sensación fué de nervios, pero pasado un tiempo, empecé a disfrutar. Desayunamos en El Arahal y volvimos para Sevilla, porque celebrabamos con mi padre su cumpleaños comiendo en "La Viña" (en El Viso del Alcor). Fué un paseo tranquilo (sin pasar de 80) y sin sobresaltos, y después de meter la moto en el garage, me despedí de mi hermano, que iba a comprar la tarta para la merienda. Yo iba a esperar a mis padres en casa.

Poco antes de que llegaran mis padres, vi a María con ganas de subirse conmigo en la moto, y decidimos ir en moto a "La Viña". Fuí a repostar y, a la vuelta, estaban todos esperándome. La pequeña caravana estaba formada por María conmigo abrazada en la moto, y detrás, mi hermano con su embarazada mujer en un coche y las niñas con mis padres en otro. En media hora (la mejor que he pasado en moto) llegamos al restaurante, donde comimos hasta reventar, y lo que no pudimos comer, nos lo llevamos para la cena... y para el almuerzo del día siguiente.... fué una exageración.

Regresamos a Sevilla, a la casa de mi hermano, para tomarnos el café (con tarta de yema y nata, toda una dieta baja en calorías). Allí le cantamos el tradicional cumpleaños feliz a mi padre (que se emocionó como pocas veces lo he visto), charlamos y jugamos una partida de dominó (en contra de mi voluntad). Por mucho que les avisé que iban a perder, no quisieron hacerme caso, y no tuvimos mas remedio (mi padre y yo) que currar a la pareja anfitriona.

El último viaje, fué el regreso a casa, con María.