XXVII Cross Internacional de Itálica

domingo, 18 de enero de 2009

yo-globo

La salida era a las 12:30, pero yo estaba despierto y nervioso desde las 8:30. Me quedaban sólo 4 horas para la carrera más bonita en que he participado.

Llegamos a la ciudad romana una hora antes del inicio. Recogí mi dorsal, el 26, y el chip (por cierto que éramos 3 los miembros del club), y dimos una vuelta para ver el ambiente. Se respiraba atletismo. La pequeña encontró diversión en los castillos hinchables mientras yo daba unas carreras de calentamiento.

Antes de la carrera Popular se disputaba la Internacional Femenina, dominada por las africanas. Desde la línea de salida vimos llegar a las primeras atletas, entre ellas Marta Domínguez, con su cinta rosa. Desde los últimos juegos, cuando tras perder una medalla cayéndose en la última valla, se descojonaba viendo el tropezón en televisión, soy su fan.

También hubo un momento de recuerdo para Marco Antonio Ramos Delgado, muerto repentinamente el lunes pasado. Después de esperar unos largos minutos, se dió la salida. Por error me situé demasiado atrás y en el centro, y me pasé casi la mitad de la primera vuelta adelantando posiciones. Me desgasté pero también me sirvió para entrar en calor rápidamente. Eran 3 vueltas de 2.2 kilómetros, y en la segunda ya notaba bastante el cansancio, pero no por el circuito ni por el terreno (desconocido). Simplemente iba demasiado rápido. Inicié la tercera y última vuelta con algo de miedo de no poder terminar, pero supe sufrir los últimos 2 kilómetros. Al final, 27:45 a una media de 4:12 (muy buena para mí).

Puesto absoluto: 307
Puesto por categoría: 139

Una última sorpresa me esperaba antes de dejar Itálica. La simpática Marta Domínguez accedió a hacerse una foto con las niñas.

marta-silcar

XIII San Silvestre Sevillana 2008

jueves, 1 de enero de 2009

El tiempo amenazaba lluvia, pero conforme nos acercabamos a la Plaza de España, en el Parque de María Luisa, se fueron retirando los nubarrones. No obstante, hacía un poco de frío. En menos de una hora se iba a dar la salida de la San Silvestre Sevillana, la última carrera del año. Me acompañaban María, las niñas y mis suegros, así que no "debía" hacer el ridículo.

Me adelanté para recoger el dorsal (447) y después el chip. Era la primera vez que lo utilizaba y María me ayudó a colocarlo correctamente. Con el frío y los nervios no podía quedarme parado, así que dí una vuelta inversa al circuito de 2 kilómetros. Era completamente llano, siempre sobre asfalto y había que tener cuidado en algunas zonas porque las hojas resbalaban con los charcos de lluvia. Busqué después a la familia. Estaban haciendo fotos y alucinando con el ambiente de los disfrazados. El humor y el salero sevillano es para sentirse orgulloso. A las 6:20 se dió la salida de la primera vuelta neutralizada, pensada para lucir los disfraces. Me sirvió para relajarme, porque hasta ese momento sólo veía a "superatletas" que me iban a dejar en absoluto ridículo.

Quedaba la competición: 2 vueltas al mismo circuito. Me situé lo más arriba que pude y cuando escuché el disparo de salida aceleré esquivando corredores. En la primera curva ya tenía mucha gente delante, pero podía correr sin que me cerraran. A mitad de la primera vuelta cogí la estela de un corredor calvo. Cuando pasé por línea de meta ya notaba el cansancio en las piernas. Se me fué el calvo y busqué una nueva estela. Esta vez fué una chica joven a la que aguanté el ritmo hasta los últimos 500 metros. Ya estaba asfixiado y las piernas se movían por inercia. En los últimos metros noté el aliento del público y los gritos de María. Fué suficiente para hacerme esprintar y terminar en 15:45. Cuando miré el crono se me pusieron los ojos como huevos. Había bajado de nuevo de 4' el kilómetro, y esta vez en una distancia más larga y en competición.

Después de devolver el chip y recoger una bolsa con una camiseta y una botella de Nestea, estuvimos una hora disfrutando del ambiente y volvimos a casa para celebrar el fin de Año

DsD#654: 72.7