Lo que he engordado

domingo, 17 de septiembre de 2006

Hoy hemos hecho "limpieza" en el ropero y el 80% de la ropa me queda pequeña.

Se que debería hacer algo, pero estoy bajo de voluntad, y aun mas de amor propio.

Los dias pasan...

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marujageek dijo...

Para poder “entrenar” eficientemente la Fuerza de Voluntad se debe tener en cuenta tres elementos:
1. El Desear
2. El Esperar
3. El Creer
La fórmula “DEC”, como yo le llamo, es primordial para alcanzar una Fuerza de Voluntad que “desvanecerá” montañas ante usted.
Desear la meta:
Primero, usted debe desear una meta. Ya sabe lo que quiere, qué bien. Muchas personas quieren comer mejor, otros quieren mayores ingresos, algunos más quieren tener una maestría y algunos otros comprar un vehículo nuevo.

Estas personas que saben lo que “quieren”, pero que llegan hasta ahí, lo único seguro que tienen es que siempre van a saber lo que no tienen.
Desear es actuar con decisión, con trabajo, con esfuerzo. “Deseo tener un mejor puesto de trabajo y un mejor ingreso salarial; por eso tengo que ponerme a estudiar, a leer más libros, a trabajar con mejor calidad”. Eso es el verdadero “desear”.
Esperar la meta:
Esperar no es sentarse a “ver qué pasa”. Las cosas no caen del cielo.
Dicen por ahí que la oportunidad sólo llega una vez; sin embargo, las oportunidades están a la vuelta de la esquina.Muchas personas caminan hasta la esquina, pierden la confianza y se regresan. Sólo unos cuantos deciden dar vuelta a la esquina y buscar la oportunidad. ¿Cómo actúa usted? ¿Busca la oportunidad preparándose para cuando llegue el momento, o sólo espera sentado cómodamente bajo la sombra del árbol de “no hacer nada”?
Creer en la meta:
Creer que llegará el momento, que llegará el triunfo. No importa cuan difícil parece ser, no se rinda. ¡Adelante!

Desear, esperar y creer. Pruébelo y cuénteme una historia de éxito singular.
¿Recuerda usted alguna historia de un personaje exitoso? Siempre encontrará un elemento común entre ellos: La Fuerza de Voluntad. No tiraron la toalla a media pelea, aún cuando las cosas se pusieron difíciles. Siguieron esforzándose hasta el final.
Y ellos no son más que seres humanos, sí, como usted o como yo. Únicamente que ellos entrenaron su Fuerza de Voluntad para lograr sus objetivos.
Al otro extremo están los débiles de voluntad. Quieren todo rápido, todo fácil, “todo ya, pero que no cueste mucho”. A esas personas usted las reconocerá fácilmente porque muy constantemente las verá cambiando de trabajo, de carrera, de amores, de estilo, de pensamiento.
Cuando los elefantes nacen, los amarran al suelo con enormes cadenas de acero que no pueden romper. Transcurrido algún tiempo, los elefantes se convencen que no podrán romperla. Por eso, al cambiar esa enorme cadena de acero por una débil cuerda de plástico, no intentan romperla. “Saben” que no podrán romperla, porque lo han intentado antes sin lograrlo.
Comprométase con usted mismo, comprométase con verdaderos amigos que lo apoyarán. Y prepárese para cosechar grandes éxitos. Se lo merece: será el fruto de su esfuerzo y su trabajo.