Broma racista

lunes, 10 de septiembre de 2007

Anoche estabamos cenando en el "chino" del barrio cuando dos "gamberros" (uno con chaqueta blanca) tiraron un petardo dentro. En el pasillo de entrada estaban jugando mi hija, de 8 años con otra niña, más pequeña, hija de alguno de los propietarios. La explosión fué muy ruidosa.

Por fortuna Carmen vió a tiempo el petardo y salió corriendo. Solo una chispa le llegó a la camiseta (por la espalda) y le hizo un agujero. A la otra niña tampoco le pasó nada milagrosamente.

Fué tambien suerte que tardara unos instantes en darme cuenta de lo que había pasado [me pareció un chispazo de algún aparato]. Tuvieron tiempo de huir. De haber alcanzado a alguno de esos hijos de puta, me dolerían los nudillos al escribir estas líneas.

La gracia, todavía no se la he encontrado.

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Anónimo dijo...

Es que no tiene ninguna gracia. Soy valenciano, me gustan los castillos, las mascletaes, las tracas, pero odio esos petardos que tiran los críos a partir del 1 de marzo (el mes fallero), y esos borrachos que tiran en el cauce del Turia en fallas por la noche, cuando parece que es una región en guerra.

Unknown dijo...

Lo que hicieron esos cafres no tiene nombre!Cada día me avergüenzo más de la raza humana.Joder,es que estamos desquiciados!a quién se le ocurre?Por lo menos a tu niña no le pasó nada grave,que es lo que importa.