Penúltimo día en mi actual trabajo. Ya casi no me queda nada por hacer, así que estoy bastante relajado, y con tiempo para escribir este post [hace casi una semana que no escribo].
Estas dos semanas en La Cartuja me han permitido volver a disfrutar del Parque del Alamillo [acompañado de María en algunas ocasiones]. El césped, la gente paseando o haciendo deporte, las excursiones infantiles, los conejos y los patos, la sombra de los árboles, los bancos, el bocata... Todo eso lo echaré de menos. Pero no todo ha sido bueno, también he sufrido el atasco de la SE-30, y el frío en la moto [sobre todo esta mañana]. De eso me libraré en parte.
La relación con los compañeros se ha enfriado un poco, pero es comprensible. Además, ya ha llegó mi sustituto la semana pasada. Es como irte poco a poco... se hace pesado.
Actualización: 14 noviembreEl que realmente me va a sustituir ha llegado esta mañana y se ha encontrado con todo el marrón.
Foto: María Iglesias
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No hay nada peor que ir muriendose poco a poco.Pero es lo que hay.Espero que dentro de la desidia,te sea leve,amigo.ya queda menos.
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