El Velo Pintado

Un jugoso entrecot fué mi cena (con Aquarius). Bueno, no es un dulce ¿no?.

Regresando de la oficina, me detuve en el Parque. Allí estaban jugando Carmen y TuX, y María estaba leyendo "La Sombra del Viento". Silvia le había dicho a su madre que quería que yo fuera a verla nadar. Salí pitando para el complejo deportivo (eran las 7:30 y ella sale a las 8:00).

Me quité la chaqueta y subí a las gradas. El calor era sofocante. Desde arriba podía verla, con un grupo de crios de su edad, aunque destacaba por su altura. El monitor les estaba explicando algo. Al rato, unos pocos se pusieron al otro lado de la piscina. Iban a disputar una carrera de relevos, primero en crol y luego en braza. Se dió la salida. El equipo de Silvia se encontró con un contratiempo. Uno de sus integrantes practicaba el estilo "piedra". Su contrincante le sacó UNA PISCINA de ventaja en crol. Sus compañeros tenían que recuperar el tiempo perdido. Y así fué. Cuando le toco a Silvia su primer relevo, solo le sacaban media piscina. Silvia nadó como una campeona y los puso casi a la par, y otro compañero terminó poniendose ligeramente por delante. Pero entonces le llegó el turno al nadador "piedra" y les volvieron a sacar MEDIA PISCINA. Esta vez había que recuperar menos, pero estaban cansados. Un nadador tras otro iban recuperando poco a poco. Saltó Silvia. Todavía estaban un poco por detrás. Pero era su estilo (braza) y adelantó a su oponente, sacándole dos brazas de ventaja. Yo estaba gritando en la grada. Sus compañeros no la defraudaron y ganaron la carrera.

Volvimos a casa comentando la carrera. Al llegar, María me estaba preparando el entrecot.... y no pude decirle que no. Estuvo delicioso (y volví a cenar a las 8:30).

Más tarde, acostadas las niñas, vimos la película "El Velo Pintado" de Edward Norton y Naomi Watts. A María le pareció lenta. Yo quedé encantado con los paisajes. Puede que el final sea un tanto amargo, pero siempre no va a haber un final feliz.

DsD#13: 122.0